viernes, 24 de noviembre de 2017

¿CÓMO DESARROLLAR HÁBITOS SALUDABLES EN NUESTROS HIJOS?

Tener una vida activa y seguir una alimentación saludable son dos puntos clave para mantener un buen estado de salud en todas las etapas de la vida.
En este artículo, los especialistas en nutrición del Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona) nos ofrecen recomendaciones específicas sobre actividad física en la infancia y adolescencia, sus beneficios y la importancia de mantener una alimentación saludable y adecuada.
Recomendaciones de actividad física en niños de 5 a 17 años
La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que los niños de 5 a 17 años realicen actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa como mínimo durante 60 minutos diarios, pudiendo repartirse en dos o más sesiones al día. Dedicar más tiempo del mencionado aportará un beneficio mayor para la salud.
La actividad física diaria debería ser, principalmente aeróbica aunque también convendría incorporar actividades vigorosas que refuercen los músculos y huesos, como mínimo tres veces por semana.
Por otro lado, aquellos niños que sean inactivos deben comenzar con actividades ligeras e ir incrementando paulatinamente el tiempo, la frecuencia y la intensidad de las actividades, hasta conseguir las recomendaciones.
Beneficios de la actividad física en los niños
Realizar actividad física tiene múltiples beneficios para la salud de los niños, entre los cuáles, favorecer el adecuado desarrollo de los huesos, los músculos, las articulaciones, el sistema cardiovascular y el sistema neuromuscular. Además, permite mantener un peso corporal saludable y tiene efectos beneficiosos a nivel psicológico.
Debemos recordar el impacto social que tiene practicar actividades de movimiento, ya que fomenta la integración social, la adquisición de valores positivos y favorece la autoconfianza.
Beneficios de una correcta alimentación en los niños
La Dieta Mediterránea es considerada como un modelo de alimentación muy saludable debido principalmente a sus componentes.
Se caracteriza por consumir diariamente frutas y verduras, pan y cereales principalmente integrales, legumbres y frutos secos, lácteos proporcionados primeramente por yogur y quesos, todo esto en conjunto con el aporte del aceite de oliva virgen extra como fuente de grasas cardiosaludables. El consumo de carnes es moderado, se prefiere el consumo de pescado en abundancia. Se deben potenciar los alimentos que sean de temporada y frescos y reducir los alimentos procesados. A todas estas características se le añade también el consumo abundante de agua y un estilo de vida activo.
Siguiendo estas recomendaciones reduciremos el riesgo de incidencia de enfermedades cardiovasculares, desarrollo de obesidad y diabetes tipo 2, disminución de la tensión arterial y disminución en la concentración del colesterol en la sangre.
Problemas en la alimentación
No obstante, en algunos casos podemos encontrarnos con algunas alteraciones en la conducta alimentaria. La ingesta selectiva es el trastorno que afecta a los más pequeños, a menudo antes de los 6 años. Consiste en una elección excesivamente caprichosa y restrictiva de los alimentos que comen. Por lo tanto, no se ingiere la cantidad adecuada y variada de alimentos y esto afecta al crecimiento de los pequeños. Según los alimentos que se excluyan puede aparecer una falta de vitaminas y si se abusa de otros, los niños pueden sufrir obesidad.
Estos comportamientos no tienen lugar porque los pequeños quieran adelgazar, ya que esa preocupación aún no existe, pero excluyen alimentos de la dieta por su textura o color, por un problema de conducta con el cuidador principal (es decir, no comen en función de con quién están, para hacer enfadar a los padres, reclamar atención o expresar malestar), por un problema de maduración intelectual...
La manera más efectiva de prevenir la ingesta selectiva es seguir unas pautas saludables de conducta alimentaria. Las pautas normales consisten en seguir una dieta mediterránea, variada, con una comida cada 4 ó 5 horas. Es muy recomendable que haya al menos dos comidas diarias en familia (normalmente desayuno y cena), que sean momentos relajados y con el televisor apagado. Todo ello también previene problemas generales de conducta y el riesgo de desarrollar un trastorno.
Para detectar el problema, es importante no imponer de golpe y mediante discusiones los alimentos que no le gustan al niño, sino ir incorporándolos a la dieta poco a poco. Si la respuesta gradual es positiva, no existe ningún problema. Si sigue habiendo resistencia excesiva a comer ciertos alimentos, consultar con el pediatra.

¿Cómo aplicar todo esto a la alimentación de nuestros hijos? Se proponen algunas recomendaciones:
-       El aceite de oliva virgen extra es el aceite por excelencia y se recomienda usarlo a diario para cocinar y aderezar las comidas.
-      Durante el día vuestros hijos deben consumir mínimo dos porciones de verduras. Podéis ofrecerlas como ensaladas en las comidas, haciendo una mezcla de diferentes tipos de verduras o podéis dárselas para picar o como merienda acompañadas de yogur por ejemplo.
-      La fruta debe ser su mejor golosina. Podéis dársela fresca, picada o triturada congelada en cubos simulando helados. Siempre favoreced la fruta de estación. Intentad que coma entre 2 a 3 piezas al día.
-      Incorporad los frutos secos en la alimentación diaria de vuestro hijo, ya sea en ensaladas, con el yogur, etc.
-  Los lácteos, preferentemente leche y yogurt, deben estar presente en la alimentación de vuestro hijo diariamente. Podéis dárselo en forma de batidos con fruta o en postres de leche caseros cuidando el aporte de azúcar. Intentad que coman por lo menos unas 3-4 raciones de este tipo de alimento al día.
-       Favoreced el pescado antes que la carne roja, e intentad no abusar de los rebozados o fritos.
-        No olvidéis que debe tomar pan, pasta, arroz o cereales cada día y si estos pueden ser integrales mucho mejor para aumentar el aporte de fibra.
-      Acostumbradle a que el agua es lo que nos quita la sed de manera más eficiente. Es lo que el organismo necesita.

-       Proponedle cada día hacer alguna actividad, ya sea ir al parque, montar en bici, saltar a la comba, bailar y preparar coreografías juntos, además de que será una gran actividad física, será un bonito momento en familia que no olvidarán.

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